Una breve introducción al mundo dental
n.n
Usar guantes blancos, limpiar los instrumentos que utilizan los odontólogos, coger un vaso para que un niño pueda escupir, llenar de ternunar y tranquilidad a un pequeño de 6 años que le tiene miedo a los dentistas...
Durante un día, tuve la oportunidad de hacer estas y otras actividades en la comunidad San José (a las afueras de Natal). Tal actividad envolvió a diferentes culturas: Perú, Estados Unidos, Holanda, Brasil. Y sin importar el idioma, unimos fuerzas para llevar asistencia dental a los niños que participan del proyecto Peniel (un proyecto de extensión de la Iglesia Refugio de Gracia).
Aún ahora, cuando recuerdo aquel día, sonrío. Y es que en cada minúscula actividad (limpiar, coger un vaso, barrer, etc.) que tenía a cargo, era la persona más feliz del universo. Jamás me cansaré de dar las gracias a Dios por todo ello.
"Pendiente emocional" (Segunda parte)
Tenía que decidir entre dos opciones. La primera era seguir melancólica y dejar que la depresión me mate lentamente (es decir, no disfrutar al 100% mi viaje). La segunda era olvidar lo que sentía por Diego. Eso implicaba dejar de pensar en él, revisar su muro y ver los comentarios que le colocaba su enamorada, no mandar más correos acosadores. Como una vez leí, “Es mejor retirarse y dejar un bonito recuerdo, que insistir y convertirse en una verdadera molestia, no se pierde lo que no tuviste, no se mantiene lo que no es tuyo y no puedes aferrarte a algo que no se quiere quedar. Si eres valiente para decir "adiós" la vida te compensará con un nuevo hola” (http://www.leerfrases.com/comment/44740/). Opté por la segunda opción. Al fin y al cabo, soy un cronopio y como ellos, voy a cantar con entusiasmo. Levanto mis brazos y digo que ¡hay mucho amor para recomenzar!
A los pocos días, noté que los cambios se estaban logrando: era capaz de emocionarme al ver maravillas brasileras masculinas. A disfrutar del viaje.
“Pendiente emocional” (Primera parte)
“Coração, para que se apaixonou por alguém que nunca te amou, alguém que nunca vai te amar. Eu vou fazer promessa para nunca mais amar alguém que só quis me ver sofrer, alguém que só quis me ver chorar. O coração fica doente, sem jeito até pra conversar. Dói demais só quem ama sabe e sente o que se passa em nossa mente na hora de deixar prá traz. Mas o amor, às vezes só confunde a gente. Não sei se com você é diferente. O amor, mas às vezes só confunde a gente. Não sei se com você pode ser diferente.”
http://www.youtube.com/watch?v=Eq6W2gotIEc&feature=related
...Y me quedé encerrada
Vanessa, Ricardo, Juvina y Nina...
Mientras estaba en el autobús, me puse a pensar en Ricardo, Vanessa, Juvina y Nina. A medida que los iba evocando, sonrisas se dibujaban sobre mi rostro. Realmente, me he encariñado con ellos. Y aunque al inicio, tuvimos un fuerte cruce cultural, ahora me siento parte de su familia: he aprendido a quererlos. Por eso, para impedir que las polillas del olvido los carcoman, trataré de definirlos con palabras.
Ricardo: Un metalero vestido con bata blanca. ¿Edad? 25 años. Académicamente, es el estudiante de Farmacia aplicado. Culturalmente, es un fanático del rock metalero. Canta en una banda y, también, en la casa (especialmente, cuando cree que no hay nadie en casa o cuando está en la ducha). Familiarmente, es…. es un buen amigo. Traducción: colabora muy poco en las labores del hogar y, a veces, es un poco desordenado.
Vanessa: Estudia Gastronomía. Aunque, a menudo, no cocina en casa, cuando cocina prepara cosas muy ricas. Tiene una buena mano, especialmente, en los postres (pastel de chocolate). Como toda Nataliense, es muy sociable. Ama conversar con la gente (conocida y desconocida). Siempre tiene una sonrisa en el rostro (aunque cuando se molesta, se MOLESTA). Le encanta salir con sus amigas. Normalmente, cada fin de semana, trae una amiga al departamento y ambas se quedan bebiendo y conversando. A veces, Ricardo las acompaña junto con una guitarra y su voz.
Juvina: Una mujer muy jovial y “CARPE DIEM”. Es el tipo de madre moderna que siempre quise conocer a profundidad. Sus hijos la quieren mucho, mucho, mucho. Yo, también. De lunes a domingo, sale a trabajar. Es profesora universitaria. Al igual que Ricardo y Vanessa, adora salir a beber con sus amig@s.
Nina: El cachorro del hogar. Es hembra. Le gusta de jugar con todo y con todos.¿ Su juguete favorito? Las sandalias. ¿Su lugar favorito? Por alguna extraña razón, ella adora entrar (de forma clandestina) al cuarto de Ricardo. Él siempre la termina botando, pero ella insiste y regresa (cuando no hay nadie en casa, “hace de las suyas” y termina destrozando alguna nueva sandalia o zapatilla de Ricardo). Al inicio, Nina y yo no nos llevábamos bien (no me gustan los perros), pero con el pasar de tiempo, aprendimos a querernos. Lo que más quiere de mí son mis sandalias. Cada día, deja una marca (mordida) sobre ellas.
El interrogatorio de siempre...
Minutos después de entablar una conversación con algún nuevo conocido, hay tres cuestiones, que, casi siempre, me terminan preguntando:
- ¿Tomas? No.
- ¿Por qué decidiste venir para Natal? Por un intercambio académico. Siempre quise conocer Brasil. Para elegir la ciudad, busqué en Google y me enteré de que Natal es la segunda ciudad más segura de Brasil y tiene las playas más hermosas del mundo.
- ¿Dejaste algún enamorado en Perú? No, todos los pendientes fueron cerrados.
Durante un tiempo, tuve las ganas de decir que sí tenía "un amigo especial". ¿Por qué? Porque cada vez que decía "NO", venían unas subpreguntas no muy agradables:
- ¿Alguna vez tuviste algún enamorado? No
- ¿Ni un "choque y fuga"? No
- ¿Has besado a alguien? U.U.... (Igual que las anteriores)
- ¿Eres lesbiana? ¡NO!
Después del interrogatorio, un gesto de preocupación o de ternura (dependiendo) se dibujaba sobre el rostro de mi interlocutor. Al final, casi tod@s coincidían en algo: "Tu primer beso será con un brasilero. Habrán muchos choques y fuga." "No te preocupes. Hay tiempo. No tengo prisa. =p"